El apio (Apium graveolens) tiene su origen en la Antigüedad pero no será hasta la Edad Media que se extendería su cultivo para consumo alimentario.
El apio ecológico tiene un contenido muy alto en agua (95%), vitaminas del grupo B, E y vitamina E. A su vez es rico en ácido fólico.
El apio tiene propiedades diuréticas, es depurativo, y es un gran aromatizante para ensaladas o sopas.
El apio se puede utilizar tanto crudo como hervido, pese a que su consumo más habitual es hervido. Una receta muy sencilla para utilizarlo en crudo es limpiarlo bien, quitando sus molestas hebras y cortarlo en láminas finitas para aliñarlo con una vinagreta y hacerlo en ensalada. Al ser consumido en crudo el apio ecológico resultará más sabroso, además de conservar mucho más sus propiedades y vitaminas.
Su época de recolección va desde marzo hasta julio.